Qué es La Ciudad Ligera
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Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades. Pese a los importantes problemas derivados de su gran crecimiento, la ciudad sigue siendo la solución más que el problema.
El gran reto del siglo XXI es encontrar nuevos modelos urbanos que cambien la lógica que ha generado algunos de nuestros mayores problemas en las ciudades.
La movilidad se ha convertido en uno de los más importantes. Vivimos en ciudades pesadas cuando deberíamos vivir en ciudades ligeras.
El efecto negativo del uso del automóvil es, ante todo, un síntoma de nuestra propia incompetencia. Aunque no podemos eliminar de un plumazo el automóvil, podemos empezar a poner en marcha de forma urgente vías alternativas de movilidad, apuntando en la dirección de lo que estamos llamando La Ciudad Ligera. Reducir los vehículos más contaminantes, incrementar el uso de la bicicleta, los vehículos en alquiler, el carpooling y la mejora permanente del transporte público, entre otras vías.
Pero hablar de Ciudad Ligera es también hablar de Economía Circular: reciclar, reparar, reutilizar y recuperar. Y también del concepto de acupuntura urbana, en lugar de cirugía invasiva. Es hablar de: huertos urbanos, de medidas contra la polución visual, y de todo lo que contribuya a configurar, en definitiva, ciudades más amables para vivir y más fáciles para utilizar.
Pero en cualquier caso, los cambios no pueden ser impuestos. Para todo esto, para cambiar el modelo de la ciudad, es necesaria una transformación de nuestra mentalidad, de las ideas y los hábitos de los ciudadanos. Imprescindible para materializar la transformación de las ciudades, hasta llegar a convertirlas en las ciudades que necesitamos.
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